La realidad virtual parece la nueva panacea que curará todos los males, sin problemas y la que nos permitirá "vivir" nuevas experiencias que nos transcenderán y potenciarán nuestros sentidos e inteligencia hasta límites insospechados... pero ¿es todo esto cierto?
Como toda tecnología alógena a los seres humanos, la interacción de nuestro cuerpo con ella puede acarrear una serie de problemas y peligros que debemos plantearnos de antemano. Al final de esta entrada se muestra una presentación para mostrar a los estudiantes y ayudarles en la comprensión de requisitos y precauciones de la VR.
Podemos clasificarlos en físicos, psicológicos y de efectos fisiológicos:
Problemas físicos:
- La inmersión en un mundo que no es el real puede llevar al experimentador a abstraerse de su entorno físico hasta el extremo de perder la noción de lo que realmente le rodea. Puedo por ello perder el equilibrio y lastimarse. Si además puede moverse, hay que tener en cuenta las posibles colisiones con muebles u otros objeto de su entorno. convendría por ello, realizar la experiencia en lugares despejados y bajo la supervisión de una persona capaz y ajena al proceso de inmersión.
- En algunos casos, los cascos poseen una masa que no es despreciable. Por ello, el par de fuerza que general en el cuello, aunque corto, es lo bastante intenso como para cargarlo y generar problemas en las cervicales e incluso en los músculos de los omóplatos.
Problemas psicológicos
- La vivencia en una realizad alternativa con las ventajas que entraña puede provocar reacciones de dependencia y adicción. Como es habitual, estas se manifiestan como una entrega total a la experimentación del proceso.
- Generalmente se puede reconocer la adicción cuando se suprime el agente adictivo, es decir, cuando se dejan de utilizar las gafas. Si sucediese se recomienda acudir a un especialista.
Problemas fisiológicos
- La exposición a estímulos violentos que conlleve flashes o brillos muy intensos que pueden dar lugar a dos fenómenos:
- dañar por una parte la visión del ojo. Generalmente significa un incremento del cansancio ocular pero en casos más graves lleva acarreado un mal funcionamiento de la retina lo que impide diferenciar ciertos colores y a veces incluso se pierde la visión de cierta zona.
- por otra desencadenar episodios de epilepsia documentados por investigadores japoneses en niños pequeños expuestos a este tipo de luces
Todo esto hace que aparezcan una serie de recomendaciones para el correcto uso de la VR. Entre ellas merece la pena destacar:
- se desaconseja el uso a menores de 8 años por no tener completamente formada la visión
- se desaconseja el uso a personas con antecedentes epilépticos
- se advierte en personas con marcapasos la posible existencia de imanes potentes en determinados tipos de VR-glasses como con las Google Cardboard
- se recomienda que las sesiones no excedan los 20 minutos para evitar problemas de fatiga ocular
En la siguiente presentación tratamos de mostrar a un potencial alumno qué es y que no es la VR así como los problemas que se deben tener en cuenta y las recomendaciones más importantes.
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